sábado, 12 de diciembre de 2015

12/12/15 PROGRAMA 41 AÑO 2: ENTREVISTADA: LILIA DEL VALLE SAAVEDRA

El sábado 12 de diciembre de 2015 entrevistamos a Lilia del Valle Saavedra, madre de un joven víctima de violencia institucional, e impulsora del programa "Nación Zonámbula", que se emite por la Televisión Pública: https://www.youtube.com/user/NZTVPUBLICA





Al comienzo, una editorial: 

"Plazas": 


Tuve muchas plazas en mi vida. Recuerdo la del 1 de enero de 1979, en plena dictadura, una Marcha por la Paz, en medio del conflicto por el Canal de Beagle con Chile. Probablemente haya sido mi primera plaza colectiva, a los 16 años.
Después fue la del 30 de marzo del 82, la marcha organizada por la CGT, pero no llegamos, porque la policía nos reventó a palos unas cuadras antes.
A la del 2 de abril, convocada por  Galtieri, no fui, pero sí a la del 10 de abril, para 
putear a Alexander Haig, enviado de los Estados Unidos.
Y también a la del 5 de ocrubre de ese año, organizada por los movimientos de derechos 
humanos, reclamando juicio y castigo a los militares asesinos.
Y la del 13 de diciembre también del año 82, organizada por la Multipartidaria, en la que fue asesinado el joven obrero metalúrgico Dalmiro Flores.
Y la del 10 de diciembre de 1983, cantando con miles "se va a acabar, se va a acabar, la dictadura militar", y "se van se van y nunca volverán".
Después llegaron sucesivas plazas. Las de diciembre, acompañando a las Madres en las Marchas de la Resistencia. Esas plazas eran un momento de encuentro, de abrazos, de largas horas bajo el sol y las estrellas. He ido sola, embarazada, con mi hijo, con amores, con amigos y amigas, con compañeros y compañeras de aquí y de otros sitios. He ido como militante orgánica, como periodista, como militante unipersonal, como funcionaria del Estado, como desocupada.

Y, durante estos 12 años, hasta el 9 de diciembre pasado, tenía dos plazas en el alma.
Una, la del 25 de mayo de 2004, parada bajo la lluvia con otros miles, escuchando a Silvio. La otra, la del 29 de octubre de 2010, despidiendo a Néstor. Una había sido inaugural para mí. La otra, de una tremenda tristeza, pero a la vez, de una cierta alegría al comprobar que mi lugar era ese, en la Plaza, con miles abrazados y dolientes. Trabajaba fuera del país: esa mañana confirmé mi deseo de volver.

Agrego, ahora una tercera plaza que resume lo mejor de estos 12 años.
Y que quede claro: no han sido todas mieles para mí estos 12 años. No lo han sido en lo 
personal, en las posibilidades laborales, en las discrepancias que he mantenido con 
muchas de las medidas y políticas públicas relativas a los temas que me importan más: 
cárcel, abusos policiales, prevención de la tortura, situación de la infancia por citar solo 
algunos de enorme importancia.
Pero hace mucho tiempo que entendí que no hay proyecto colectivo que no esté atravesado por injusticias, errores y agachadas. Y que, en la cuenta final, lo que valoro no es cómo me fue personalmente, o como le fue a los temas que para mí son los más importantes, sino como nos fue a todos/as -o a las mayorías populares- colectivamente.
Por eso, agrego a mis plazas grabadas en el alma esta tercera plaza, la del 9 de 
diciembre, en la que otra vez, tristes y amorosos, nos abrazamos decenas de miles, y 
entre todos y todas, abrazamos a Cristina.

Y cantamos, convencidos, que vamos a volver, mientras un muchacho a bordo de un 
camión de recolección de residuos del gobierno de la ciudad tocaba la bocina, afirmando 
que sí, que vamos a volver. 

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